La ardilla en Sierra Nevada: explorando su evolución
A continuación, hablaremos de la evolución de la ardilla en Sierra Nevada, a través de un estudio realizado por Francisco Palomares, experto biólogo de la Estación Biológica de Doñana y Presidente de ArteSOSlidario, tras fascinantes observaciones que datan desde sus días de estudiante en la Universidad de Granada hasta recientes exploraciones en 2014. La presencia de la ardilla (Sciurus vulgaris) en la región ha sido objeto de un análisis exhaustivo, revelando datos intrigantes sobre su introducción y expansión en este entorno montañoso.
Ardilla en su hábitat
Descubrimiento Inicial
Siendo estudiante en la Universidad, durante un paseo por la zona media de la cara norte de Cerro Muñoz, en la zona del cortijo Paredes, Palomares se topó con una sorpresa notable: una ardilla, que resultó ser una especie hasta entonces desconocida en la región. Este encuentro llevó al biólogo a emprender un estudio más detallado para comprender el origen y la extensión de la presencia de estas criaturas en Sierra Nevada.
Investigación
Durante el estudio, primero hizo un inventario detallado de la presencia de la ardilla en la zona donde la había visto por primera vez, años después, entre 1985 y 1987, Palomares recorrió otros puntos de Sierra Nevada. Conversaciones con guardas del parque y la identificación de estas criaturas en distintas localidades confirmaron la expansión de la población, originada por la introducción de tres ardillas en 1977 en el barranco del Pino de Laujar de Andarax.
Expansión Geográfica
Según los datos recopilados, las ardillas se extendieron a una velocidad media de 2,3 km por año, alcanzando municipios como Ohanes, Abla, y Abrucena. Sin embargo, los recorridos en la parte media y oeste de la vertiente meridional sugirieron que las ardillas aún no habían llegado a esas zonas.
Exploración Contemporánea
En 2014, Palomares realizó una ruta ciclista acompañado de su hijo por Sierra Nevada, evaluando la presencia de ardillas en 24 puntos entre los 1400 m y 2100 m de altitud en la cara norte. Los resultados revelaron la presencia de ardillas en todos los puntos excepto uno, proporcionando una visión más actual de la distribución de estas criaturas en la región.
Puntos (en verde) donde fue buscada la presencia de ardillas durante el recorrido en bici (línea verde) en 2014. Como referencia se indica la ubicación de la localidad de Abla y el Encinar Más Alto de Europa
Hábitat y Alimentación
El hábitat preferido de las ardillas en Sierra Nevada son los pinares, donde dejan claros indicios de su presencia a través de su alimentación. Su dieta se centra principalmente en las semillas y piñones de los pinos, y su método característico para obtenerlos implica girar las piñas, royendo las escamas para acceder a los codiciados piñones.
Restos de piñas y escamas dejadas por las ardillas en Sierra Nevada
Conclusión
Aunque en la actualidad es fácil encontrarnos con estos pequeños animales en toda Sierra Nevada, con este estudio de Francisco Palomares vemos que esto no era así hace algo más de 40 años. Durante la ruta de nuestro III Sendero SOSlidario por el Encinar más Alto de Europa el propio Palomares, nos hablará en primera persona de la historia de la ardilla en Sierra Nevada y otras curiosidades de esta especie trepadora. No te la pierdas.
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